Anne Robert Jacques Turgot, el último ilustrado en el poder antes de que estallara la Revolución, intentó, sin éxito, reformar el sistema político y económico del absolutismo francés tratando de aplicar las máximas económicas y políticas que hacía derivar de sus principios filosóficos. El hecho de que el Ministro de Luis XVI compartiera la representación del mundo propia de su época explica que el estudio de su vida y su obra, desde la perspectiva de la historia de las ideas políticas, permita profundizar en el conocimiento del absolutismo y la Francia de finales del Antiguo Régimen. En particular, en el de las transformaciones sociales y económicas del periodo, la mentalidad ilustrada, el nexo entre Ilustración y Revolución, así como en la génesis y en las características del liberalismo francés. Un tipo de liberalismo que, a pesar de la defensa incondicional que realiza Turgot de la libertad económica, asume ciertos rasgos racionalistas, estatistas y utópicos que le separan, en algunos aspectos, del liberalismo anglosajón, y explican por qué su influencia fue tan grande durante la Revolución.
Este libro, además de situar al personaje en su contexto histórico e intelectual, expone y analiza sus ideas filosóficas, económicas y políticas destacando su papel no sólo como administrador filántropo y político reformista sino también como pensador ilustrado cuyo sistema de ideas refleja muchas de las más firmes creencias de la Ilustración francesa y del liberalismo del siglo xviii.
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